El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó la esperanza de que pronto se pudiera llegar a un alto el fuego en Gaza, diciendo que un acuerdo que involucra a Israel y Hamas podría llegar tan pronto como la próxima semana.“Creemos que dentro de la próxima semana, vamos a tener un alto el fuego”, dijo Trump a los periodistas cuando se les preguntó sobre la posibilidad de poner fin a los combates en el territorio palestino devastado por la guerra.La precise ronda de violencia en la región se reanudó en marzo, cuando Israel declaró un alto el fuego previamente negociado para terminar y lanzar nuevos ataques contra Hamas. Esa tregua anterior se había negociado en los últimos días del mandato del ex presidente estadounidense Joe Biden, con el respaldo de la administración entrante de Trump.El conflicto comenzó cuando Hamas lanzó un asalto mortal contra Israel el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, Gaza ha sufrido una destrucción generalizada y una severa disaster humanitaria.Tras el desglose del alto el fuego, Israel también bloqueó la entrada de alimentos y otros suministros esenciales en Gaza durante más de dos meses, lo que plantea preocupaciones sobre una inminente hambruna.En las últimas semanas, Israel reanudó el flujo de ayuda limitada a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), un sistema apoyado por los Estados Unidos e involucrando a los contratistas de seguridad estadounidenses que trabajan con las tropas israelíes en los bordes de Gaza.El jueves, EE. UU. Anunció $ 30 millones en fondos para el programa GHF. “Estamos suministrando, como saben, mucho dinero y mucha comida a esa área”, dijo Trump. “Estamos involucrados porque la gente está muriendo. Y mira a esas multitudes de personas que no tienen comida, no hay nada”.Sin embargo, el esfuerzo de distribución de ayuda ha estado rodeado de controversia. Los testigos y los funcionarios de Gaza han reportado varios casos de palestinos asesinados mientras esperan cerca de los centros de distribución.El periódico israelí Haaretz citó a soldados no identificados que afirmaron que sus comandantes les habían ordenado que dispararan a multitudes cerca de las zonas de ayuda para dispersarlos, incluso cuando no representaban una amenaza. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha negado el informe.