El presidente Donald Trump pasó el sábado en el campo de golf en su resort escocés, mientras que cientos de manifestantes salieron a las calles de todo el Reino Unido, denunciando su visita y criticando a los líderes británicos por acomodar al presidente estadounidense.Trump jugó al golf junto a su hijo Eric y al embajador de los Estados Unidos en Gran Bretaña Warren Stephens en el campo Turnberry a lo largo de la costa de Escocia. La Organización Trump adquirió el histórico Golf Resort en 2008, lo que lo convierte en una pieza central de la cartera de propiedades internacionales de la familia.La sesión de golf de fin de semana del presidente se produce cuando se prepara para reuniones diplomáticas de alto nivel con el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para discutir las relaciones comerciales.Edimburgo vio a cientos de manifestantes reunidos en calles adoquinadas fuera del consulado de los Estados Unidos, donde los oradores declararon a Trump “desagradable” y criticó el reciente acuerdo comercial del primer ministro Starmer con los Estados Unidos.El acuerdo, diseñado para evitar aranceles estadounidenses empinados sobre los bienes británicos, ha provocado controversia entre los grupos de oposición que lo ven como capitulación de la presión estadounidense.Al llegar a Escocia el viernes por la noche, Trump emitió fuertes críticas a las políticas de inmigración europeas, afirmando: “Esta inmigración está matando a Europa. Será mejor que obtengas tu actuación junta. Ya no vas a tener Europa”, informó AP.