La mayoría de los helicópteros militares de Irán se remontan a antes de la Revolución Islámica de 1979, cuando el país tenía estrechos vínculos de defensa con los Estados Unidos. Estos incluyen Bell AH-1J Worldwide Cobras, Bell 206s, 212s y 214s, Chinooks CH-47C (que son utilizados por varios militares en todo el mundo) y SH-3 Sea Kings. Estos modelos fueron de vanguardia en la década de 1970, pero ahora tienen décadas de edad.
Irán recibió más de 200 AH-1Js, casi 100 Chinooks y más de 300 helicópteros de servicios públicos y ligeros. Se usaron fuertemente en la guerra de Irán-Iraq y siguen siendo la columna vertebral de la aviación del ejército iraní hoy. El Bell 212, que estuvo involucrado en el deadly accidente de 2024 que mató al presidente Ebrahim Raisi, es ampliamente utilizado para el transporte y las tareas VIP. Sin embargo, el mantenimiento y la escasez de piezas han hecho que la preparación de la flota sea una seria preocupación.
Irán afirma haber revisado muchos de estos helicópteros a nivel nacional, incluida la producción de versiones locales del AH-1J (Toufan I y II) y la modificación de otros tipos de campanas. Irán también afirma haber actualizado sus Bell-212s con sistemas de sonar y misiles GHAEM-114 fabricados localmente, aunque la evidencia sugiere que algunas de estas actualizaciones son más aspiracionales que operativas. Aún así, estos helicópteros fabricados en Estados Unidos siguen siendo centrales para la movilidad aérea de Irán y las capacidades cercanas de soporte aéreo, incluso si están décadas más allá de su mejor momento.
Los modelos rusos y las variantes de ingeniería inversa están llenando los vacíos
Desde principios de la década de 2000, Irán ha recurrido a Rusia para parchear agujeros en sus capacidades de ala rotativa. Las adiciones más notables son la serie MIL MI-8 y MI-17 (uno de los helicópteros más antiguos que el ejército estadounidense todavía usa), utilizado para el transporte de tropas y carga. Irán recibió alrededor de 40 MI-8/17 y al menos 21 unidades MI-171s mejoradas. Estos helicópteros todavía están en producción. Irán también opera un número desconocido de helicópteros de ataque MIL MI-24 y MI-28. Si bien los números exactos siguen sin estar claros, las recientes asociaciones de defensa sugieren que Irán tiene como objetivo expandir sus tenencias, posiblemente coproduciendo MI-28 y KA-52 en el futuro.
Al mismo tiempo, Irán ha estado trabajando en su propia producción de helicópteros para reducir la dependencia de las importaciones extranjeras. Modelos como el Shabaviz 206-1 (un clon del AB-206) y el Shabaviz 2-75 (una copia Bell 214) se fabrican localmente a pesar de estar sujetos a demandas de patentes estadounidenses. El Shahid-278 es otro helicóptero de rol múltiple ligero, según los informes, basado en múltiples diseños extranjeros.
Nuevos misiles, variantes navales y uso estratégico en la guerra proxy
Irán está emparejando sus helicópteros con nuevos misiles nacionales como el Ghaem-114 y Shafagh, ambos anunciados como equivalentes de fuego infernal. Según los informes, el GHAEM-114 es estándar en varios servicios y ofrece orientación térmica y láser. El Shafagh tiene un rango de hasta 20 kilómetros y se puede montar en helicópteros, drones y aviones de ala fija. Irán ha montado ambas armas en plataformas más antiguas de Bell y Cobra, reclamando nuevos niveles de precisión y preparación de combate.
La industria de defensa de Irán frecuentemente anuncia capacidades que están en desarrollo o exageradas para mensajes estratégicos. Aún así, incluso una flota parcialmente mejorada ofrece herramientas de Irán para la defensa costera, la proyección de energía y la guerra asimétrica. Los helicópteros también podrían transferirse a grupos de poder si las sanciones se abren o rutas de contrabando. Por ahora, la fuerza de helicóptero de Irán es una mezcla de tecnología estadounidense legado, importaciones rusas y adaptaciones locales, pero no fuera de la pelea.